Biografía del autor: Paul Auster nació en Nueva Jersey (EEUU) en 1947, en una familia originaria de Europa Central aunque sus padres ya nacieron en América. Empieza a escribir a los doce años. Estudia literatura francesa, italiana en inglesa en la Universidad de Columbia entre 1965 y 1967. Viaja a París, vuelve a su país, intenta trabajar en cine, escribe guiones, trabaja en un petrolero.... hasta que, en 1979, recién divorciado, escribe tras la muerte de su padre La invención de la soledad. Consigue pubicar Espacios blancos, se casa con la novelista Siri Hustvedt en 1981 y en 1982 publica El arte del hambre. Su fama empieza a labrarse. Entre 1986 y 1994 publicará, entre otras novelas, El palacio de la luna y Leviatán, y en 1997 escribe con WayneWang el guión de Smoke. En 1999 publica Tombuctú, libro al que seguirán algunas de sus obras más aclamadas, como "El libro de las ilusiones". En 2006 recibe el Premio Príncipe de Asturias de las Letras.
19 mayo 2007
El país de las últimas cosas (1994). Paul Auster
Pocos libros de Paul Auster consiguen desasosegar tanto como este. El lector nunca entiende por qué la protagonista vive en ese país infernal, por qué no huye, por qué soporta la angustia como si mereciese un castigo que nunca se llega a explicar. Ella es Anna. Busca a su hermano en ese país devastado. El destinatario de su carta, su novio. Dirige la historia hacia él, le habla de su horror, pero intenta disimularlo, mitigarlo, aunque es tan terrible que se escapa entre cada palabra. El lector sabe que Anna nunca encontrará a su hermano. Metáfora extrema de nuestra existencia.
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10 opiniones:
Me reconozco austeriana. Este fue de los libros que dejé y al cabo de unos años volví a retomar.
Después no pude dejar de leerlo pese a producirme desasosiego. Era como estar siempre en oscuridad, con una pequeña luz al fondo: la esperanza. Luz que se apaga y esperanza que se desvanece en un mundo destrozado.
Besos
Mi punto débil. Yo también soy Austeriano, así que mi debilidad me hace no ser objetivo. Todos sus libros me parecen buenísimos. COn Auster me sucede algo parecido a Almodóvar. He conocido sus carreras desde los inicios y ya son parte de mi vida. Cada vez que publican o estrenan algo es un gran acontecimiento para mí.
Saludos
ja ja ja natalia book, lo sé muy bien. yo comparto tu devoción por auster. has leído viajes por el secrptorium? no me atrevo, tras las críticas que he leído!
pero con almodóvar no puedo estar de acuerdo, lo adoraba al principio, ahora... psss, desde todo sobre mi madre no me ha gustado demasiado, la verdad, pero...
Sí, ya he leído lo del Scriptorum, No va a estar entre mis favoritos, creo que puede ser un libro de esos de ¿transición?. no se por llamarlo de alguna manera. Pero hay que leerlo.
En lo de Almodóvar, ¿qué le voy a hacer?. Excepto La mala educación no me ha defraudado ninguna de sus películas.
Saludos
Pues yo lo he leído y no es nada malo, no se cuenta entre los mejores, pero de malo nada. Además, si un escritor da margen para la discusión es Auster. Os recomiendo un acercamiento sin prejuicios de crítico a los "Viajes por el Scriptorium"
ja ja ja jove, natalia book no dice que sea malo, ja ja ja, sólo que no es tan bueno como otros. pero lo leeré en breve y ya os contaré! bicos.
Ahora me doy cuenta que ha quedado muy severo, pero no era mi intención para nada. Sólo era un apunte, sin más. La blogosfera está muy bien, pero nunca podrá sustituir a la voz y al gesto o la mirada. Lo siento, mis intenciones son siempre pacíficas ( o casi siempre jajajaja!!!)
jove, no quedó nada severo, ja ja ja, además para quienes nos vamos conociendo un poco, los matices acaban aprendiéndose. es cierto que es más difícil aquí que viendo gestos, tonos y mirada, pero... bicos.
Disculpe la intromisión. Hemos empezado en www.lenguasdefuego.net una lectura de El palacio de la luna de Paul Auster. Quizá este interesado en participar.
Gracias por todo. Un saludo.
Estoy enojadísimo. Hace dos años había comenzado a leer El palacio de la luna, de este autor... y me robaron el libro cuando me faltaban unas pocas páginas para llegar al final.
¿Puede imaginarse alguien mayor maldad? Y no sabés el lío que me hizo el dueño cuando descubrió que yo se lo había sacado sin permiso.
Gracias a dios él, que fue quien me lo había robado, me lo prestó hasta que lo finalicé.
Hay que ver, gente sin corazón.
Un abrazo.
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