14 octubre 2007

Mantícora (1972). Robertson Davies


En Mantícora, segunda parte de la trilogía de Deptford de Davies, la historia se centra en la familia Stauton. Pero si en El quinto en discordia cerrábamos el libro con un terrible descubrimiento sobre la muerte de Boy Stauton, Mantícora lo abrimos con Boy enterrado y su hijo David enfrentándose a una psiquiatra en Zurich para asumir esa muerte. Toda la novela vemos a Boy Stauton a través de los ojos de David, quien, a su vez, aprende a interpretar sus sentimientos a través de las indicaciones de la psiquiatra J. von Haller. Es decir, nunca estamos cerca de Boy, del Boy real, porque su figura la tamizan primero los recuerdos de su hijo, y después las interpretaciones que de esos mismos recuerdos hace tras las sesiones psiquiátricas. En ningún momento sentí empatía hacia Boy Stauton. Más bien al contrario, resulta sorprendente que haya causado semejante influencia en su hijo, un inteligente y brillante abogado. A medida que avanza la novela, David se nos presenta como un hombre íntegro, recto en su proceder, en claro contraste con la errática pero increíblemente atractiva figura de su padre, el seductor. Apenas hay compasión hacia su madre, cuya extraña muerte causó también una notable impresión en David. El lector acompaña al protagonista en las sesiones con la psiquiatra, clara seguidora de Jung aunque con un método muy perfeccionado tras años de pragmática influencia suiza. David conocer al final de esta novela al extraño mago que tan relacionado está con su destino, aunque él lo ignore. La escena de Ramsay lanzando al vacío la piedra que apareció en la boca del cadáver de Boy Stauton es enormemente reveladora, deslumbrante. La mantícora del título, ese animal mitológico con cuerpo de león, cabeza humana y cola con aguijón, es algo más que un símbolo.

Biografía del autor: Robertson Davies (1913-1995) murió siendo un escritor mundialmente famoso y uno de los autores canadienses más importantes. Nacido en la región de Ontario, se educó en distintas instituciones de su país y Europa. Tras licenciarse en Literatura en Oxford, trabajó como actor en la Old Vic Repertory Company, donde conoció a la que más tarde sería su esposa. En 1940 regresa a Canadá para dedicarse con éxito al periodismo y a escribir comedias; su columna humorística, firmada con el seudónimo de Samuel Marchbanks, tuvo un éxito inmediato y algunas de sus obras de teatro –que él mismo produjo– fueron muy aclamadas. A comienzos de los años cincuenta publica la primera de sus once novelas, organizadas en trilogías, que lo harían mundialmente famoso: la Trilogía Salterton; la Trilogía Deptford: El quinto en discordia (1970), La Mantícora (1972) y Mundo prodigioso (1975); la Trilogía Cornish; y la inacabada Trilogía de Toronto. En los años sesenta abandonará progresivamente el periodismo y comenzará a enseñar literatura en la Universidad de Toronto, actividad que compaginará con la escritura hasta su jubilación. Además de novelas, Davies es autor de una treintena de libros entre cuentos, obras de teatro, crítica literaria y recopilaciones de artículos. www.librosdelasteroide.com.

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