17 abril 2007

Proyecto sesiones dobles. In the mood for love (2000)

Baja a hacer algo tan vulgar como comprar sopa al mercado, pero ella, Li-zhen, es una diosa. La maravillosa música, Jumenji's theme, la envuelve, con esos vestidos imposibles, hermosísimos.... y se forma un agujero negro en la trama, que se repite sin cansar, llenándonos de belleza. Me quedé sin respiración varias veces en esas escenas siempre iguales y siempre diferentes... porque Li-zhen no es sólo un personaje, es el ideal, la búsqueda de la perfección y el director nos la muestra bellísima, inalcanzable en esas escenas, en claro contraste con su proximidad, su cercanía, cuando nos la enseña junto a Chow, el otro protagonista de esta película mágica... La trama es sencilla: Chow y Li-zhen se descubren mientras sus respectivos cónyuges tienen un lío. Ellos son un oasis, un respiro en un mundo lleno de mierda. Wong Kar-Wai crea en In the mood for love una de las películas más hermosas que he visto. La mirada del director se posa levemente en sus personajes, marcados por la tristeza, y sin embargo nunca llegas a pasar la línea de la melancolía a su lado... El australiano Christopher Doyle firma la fotografía, y merece que le mencione porque el clima de esta película es impresionante. Todo en ella es plástica, imagen, recreación visual. Tanto que a veces olvidas estar viendo una película para sentirte etérea, en brazos de un amor que es imposible pero que tiene tanta fuerza que traspasa la pantalla.

13 opiniones:

jazzman

Es interesante los vestidos del personaje, dotándolos de un glamour y un idealismo inalcanzable, sin duda otra de sus grandes apuestas visuales. Muy buen post.

Saludos!

Hatt

Como no sentirse fascinado por esa mujer y el halo etéreo que le rodea.

Nos leemos.

alicia

Cierto que Maggie Cheung es bellísima, y además en esta película los trajes la favorecen muchísimo, convirtiéndola en una especie de Audrey Hepburn. Todo un ideal de mujer, la mujer soñada, sin duda.

Anónimo

a mí la peli me fascinó en general, pero maggie en particular. esa elegancia en las escenas, con esa música maravillosa, era como entrar en otro planeta, no sé...

Natalia Book

Es cierto, la película es prácticamente perfecta. me encanta que recuerdes el detalle de ir a comprar la sopa. Coviert un acto banal y cotidiano en un momento maravilloso y único. Y los vestidos, por supuesto. Pero a mí me atra el tema de los amores pérdidos. Y es que ellos no son igual que los otros.
Saludos

Carles Rull

Esta es una de las escenas que más me han quedado grabadas de "Deseando amar", al igual que el encuentro de la pareja en un bar.
Pertenece a uno de esos instantes idílicos capaces de transformar algo, o alguien, cotidiano en extraordinario.

Saludos !

Carles Rull

... Disculpa, donde dije bar me refería a un restaurante, y con el humo del cigarrillo elevándose y desvaneciéndose.

Saludo, again !!

Anónimo

entendido, cineahora... es que esas escenas son la leche.

nataliabook, sí que es cierto que ellos no son como los otros, verdad? es que la historia es impresionante porque en realidad no pasa nada, pero pasan tantísimas cosas...

Anónimo

La clase que tiene, no solo vistiendo; al andar, al mirar, al levantar un brazo, al desnudarse... para ignorar... para amar...

Un personaje con precisión...

me ha encantado tu crítica justa!...

bicos!

ekilore

lo cierto es que lo más destacable de esta película es precisamente la increíble elegancia de esta bella mujer. su estampa es impresionante.
el tema del vestuario, es que lo borda! unca mejor dicho, jajaja

Desesperada

ja ja ja ja, ¡lo borda! bromas aparte, lo cierto es que esta tía se sale, y quien diseñó sus vestidos, siempre iguales y siempre diferentes, también. es que eso me impresionó, siempre el mismo corte, el vestido chino con la abertura, ¡y ni una vez repetido! es como un mensaje, no sé, el cambio, pero en el fondo todo es lo mismo.

Raquel

¿verdad que es fascinante esa música, esa cotidianeidad hecha arte, amor puro?

Pol

Los vestidos son como el amor en general...los mismo topicos, los mismo patrones pero siempre diferente y preciosos...

Saludos!