18 mayo 2007

La contravida (1986). Philip Roth

Zuckerman, el alter ego de Roth, da una vuelta de tuerca al tiempo, al espacio, a la realidad. En la primera parte de esta prodigiosa novela, Nathan Zuckerman nos cuenta cómo su hermano Henry, aquejado de un grave problema de corazón antes de los 40, decide operarse para recuperar su virilidad, lo que le cuesta le muerte. Pero poco después, la historia del que se opera por amor es la de Nathan. En un capítulo muere. En el otro se casa con la británica Maria y se enfrenta a un supuesto antisemitismo inglés. En otra de las partes de este mosaico, Henry se va a Judea y Nathan intenta convencerlo de que vuelva.... ¿Cuál es la realidad? El lector jamás llega a saberlo. Sólo puede rendirse, una vez más, a la maestría de Roth.

Biografía del autor: Philip Roth nació en Newark (Nueva Jersey) en 1933. Su familia, judía, acababa de emigrar de Europa cuando él nació. Estudió en la Universidad de Bucknell y después hizo un posgrado en la de Chicago, donde obtuvo una maestría en Literatura inglesa. Enseñará escritura creativa en las universidades de Iowa y Princetown. En 1992 se retira de la docencia y se dedica a escribir. En Chicago conocerá al novelista Saul Bellow y a su primera esposa, Margaret Martinson, de la que se separó en 1963. Ella morirá en 1968 en un accidente, pero siempre estará presente en la obra de Roth. Martinson es la inspiración para el personaje femenino en varias de las novelas de Roth, incluyendo a Maureen Tarnopol en My Life As a Man, y, muy probablemente, Mary Jane Reed (o "La Changa") en Portnoy's Complaint. Philip Roth es probablemente el autor más premiado de su generación. Dos de sus novelas han ganado el National Book Award; otras dos fueron finalistas. En 1990 se casó con la actriz inglesa Claire Bloom, de la que se separó en 1994.

2 opiniones:

Natalia Book

Una vez más presentas otra de mis debilidades. Alguna vez me decidiré a leer todas las novelas de Roth por orden de publicación, pero es que son muchas. Pero algún día....
Saludos

Unknown

puf, me pasa lo mismo, este tío es un genio